Dificultades
Durante el proceso anterior vamos a animarle sobre el hecho de que irse a dormir es “una tarea de niño grande”. Para lograrlo
hablaremos positivamente del desarrollo de su independencia y de lo feliz que
nos hace.
Para apoyarle en su autonomía y en este
nuevo cambio, vamos a dejar que elija el cuento para dormir, o una canción. Esta
actividad, va a ser importante, pero debe saber las reglas de antemano, remarcando que solo se contara un cuento por noche.
Es importante tener en cuenta que no podremos hacer ninguna actividad que
requiera movimiento. Necesitamos que la casa este en calma.
En el caso de que no quiere quedarse solo en la
cama nada más acostarse o se despierta por la noche y pasa a su cama,
seguiremos las siguientes pautas. Lo pasamos a explicar desde nuestra intervención en
extinción gradual
Si llora el primer día el padre/madre,
cuando va a la habitación ya no le coge en brazos, simplemente le coge la mano
y le susurra palabras tranquilizadoras (esto repetirlo 2-3 noches).
Posteriormente, el padre /madre acude pero sólo le coge la mano sentado con él
en la cama (intentando no hablarle); repetirlo 2-3 noches también.
En noches sucesivas se acude y se sienta
en la cama al lado de él hasta que se duerma para que tenga la tranquilidad y
seguridad de que estas ahí. Posteriormente, se acude y se permanece de pie
junto a él, o puedes sentarte entre la puerta y la cama, durante unos 5 días, y
finalmente te sientas en la puerta hasta que se duerma.
Estos días son orientativos, pero siempre deben ir avanzando.
¿Y si se levanta por la noche?
Es importante mantenerse firme y llevar al niño a su cama tantas veces como
sea necesario, sin encender las luces, y en la medida de lo posible sin hablar.
Podemos repetir en voz baja, una frase corta que digamos con seguridad y calma:
“vamos a tu cama, con tu peluche”.
Llevalo de nuevo prestándole la menor atención posible (no des conversación, no intentes convencerlo de nada). Hay que meterlo en la
cama y decir: Debes quedarte en la cama. Si te levantas, te traeré de vuelta
otra vez
Podemos permanecer unos minutos al lado de la cama, y luego volver a
nuestro cuarto.
Si llora, grita o se despierta asustado, iremos a su habitación, haremos un
breve contacto con él y volveremos a repetir la misma frase, incentivando al
niño a descansar.
Es importante que, una vez logrado el hábito, no retrocedamos, volviendo a
traer al niño a dormir a nuestra cama. Evitar las concesiones del “fin de
semana” o “las siestas compartidas”.
Para evitar que se meta en vuestra cama y no os deis cuenta podemos tener
algunos trucos. Podéis poner una campanilla en la puerta para que si la empuja,
le oigáis, o podemos poner una sabana doblada o una almohada en el borde de la
cama para que no pueda subir sin despertarnos.
Como sabemos que vence el cansancio y la necesidad de dormir, al final
dejamos que duerma con los padres, pero si hemos llegado hasta aquí, tenemos
que crear el hábito.
En el caso de que tu hijo se ponga enfermo y necesitemos estar cerca de él
para controlarlo es preferible que alguno de los papás duerma en el cuarto del niño, o bien
colocar un colchón al lado de la cama en nuestra habitación
Esperamos que este segundo artículo sobre las dificultades para dormir solo os haya orientado un poco más. Cualquier duda o apreciación, podéis escribirnos o contactarnos
Dulces sueños