¿Qué son los terrores
nocturnos?
Los terrores nocturnos son uno de las
alteraciones del sueño más comunes en niños. En un terror nocturno el niño
podrá sentarse de repente y empezar a chillar, llorar y balbucear sin consuelo.
Provocan mucho estrés en los padres ya que se encuentran con un niño
aterrorizado y es imposible consolarle.
Cabe decir que, en contra de lo
“alarmante” del terror nocturno, este no revierte en la inmensa mayoría de los
casos ninguna gravedad y salvo contadas ocasiones es algo que desaparecerá
simplemente con el tiempo.
Según el DSM-IV la prevalencia de los
terrores nocturnos en población infantil es de un 1-6%, siendo estos más
comunes en niños que en niñas y se suele dar entre los 4 y 12 años. Se habla
también de que tienen una importante base genética en su aparición.
¿Cómo puedo diferenciar
un terror nocturno de una pesadilla?
A continuación os mostramos una tabla
que podréis utilizar como guía para diferenciar entre terror nocturno y
pesadilla. Una buena pista para diferenciarlos nos la da Jordi A. Mindel autora
de Sleeping through the night es
preguntarse quién está peor a la mañana siguiente “si tu hijo está todavía agitado tuvo una pesadilla, si eres tú la que continúas angustiada,
probablemente tuvo un terror nocturno”.
PESADILLAS
|
TERRORES NOCTURNOS
|
Normalmente el niño se despierta durante el episodio y recuerda el
contenido del sueño.
|
A pesar de que puede incorporarse de la cama e incluso llorar o
gritar, resulta muy difícil despertarle. No recordará nada.
|
Los contenidos del sueño recordados son muy elaborados.
|
Contenidos inexistentes o muy vagos del episodio.
|
Durante los episodios no suelen aparecer movimientos ni
vocalizaciones ya que no existe tono muscular. En el caso de que aparezca
alguna palabra o grito indica el final de la pesadilla.
|
Pueden aparecer verbalizaciones y/o vocalizaciones por la presencia
de tono muscular.
|
Al despertarse: sensación de miedo y ansiedad asociadas al recuerdo
de las imagenes oníricas.
|
Se experimenta una intensa ansiedad con gran activación autonómica.
|
Aparecen en la fase de sueño REM.
|
Aparecen en el sueño No REM.
|
Suelen darse en la segunda mitad de la noche.
|
Se dan en la primera mitad de la noche.
|
Inicio entre los 3 y 6 años.
|
Inicio entre los 4 y 12 años.
|
Suelen remitir a medida que el niño se hace mayor.
|
Suelen desaparecer con el tiempo y normalmente no precisan
tratamiento farmacológico.
|
¿Qué tengo que hacer
cuando mi hijo tenga un terror nocturno?
Lo principal es mantener la calma,
saber reconocer que es un terror nocturno y no alarmarse. A tu hijo no le está
pasando nada peligroso. Una vez que sabemos qué es lo que está pasando, solo
tenemos que seguir estas indicaciones:
-
No tratar de despertar al niño mientras esté sufriendo un
terror nocturno.
-
Vigilar que no se caiga de la cama o que haya algún elemento
con el que pueda hacerse daño.
-
Recordar que el niño no está sufriendo.
-
No demostrar al día siguiente angustia o preocupación sobre
el terror nocturno delante del niño. Él no va a recordar nada y solo va a
servir para angustiarle.
¿Qué ocasionan los terrores
nocturno y cómo puedo evitarlos?
Desgraciadamente todavía no sabemos
cuáles son las causas de los terrores nocturnos y no existe ninguna terapia o
tratamiento farmacológico para evitarlos. Lo que sí sabemos es que la presencia
de estos terrores nocturnos no tiene por qué guardar ninguna relación con
problemas psicológicos, angustias o traumas. Por lo que conviene que
simplemente sigamos una adecuada Higiene
y pautas del sueño:
-
Manteniendo horarios regulares de levantarse y acostarse.
-
Durmiendo al menos 8 horas.
-
Manteniendo rutinas de preparación al sueño, por ejemplo:
ponerse el pijama, lavarse los dientes, dar las buenas noches, leer un cuento,
dar un beso y apagar la luz.
-
Disponer de un entorno apropiado para dormir: que la
habitación esté oscura, silenciosa y a una buena temperatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario